I.- El sacerdote italiano Floriano Abrahamowicz, ex-responsable lefebriano del N-E de Italia, quema públicamente un libro del Concilio Vaticano II. Concluida la misa, Abrahamowicz se acercó hasta una pira con unos fieles y afirmó: «Entregamos a la hoguera a Satanás y su concilio». Abrahamowicz ya había calificado el Concilio Vaticano II de cloaca.
II.- Sectas satánicas en el Vaticano
Tomado de una web religiosa católica, difundido también por la prensa escrita:
"El exorcista padre Amorth italiano, religioso paulino, denuncia, ahora, la existencia de sectas satánicas intramuros del Vaticano: «Dentro del Vaticano también hay satanistas». No se muerde la lengua: «Tenemos muchísimos sacerdotes y obispos que ya no creen en Satanás». «Sacerdotes, monseñores y también cardenales. Lo sé por personas que lo han conocido directamente.Y además es una cosa “confesada” en otras ocasiones por el mismo demonio, bajo obediencia, durante los exorcismos», explica.
Asegura que el Papa está al tanto de todo: «¡Claro que lo sabe! Pero hace lo que puede. Es algo sobrecogedor. Y no olvidemos que del diablo y de exorcismos habló muchísimo también Juan Pablo II». «Pablo VI levantó un velo de silencio y censura cuando dijo aquello de que “el humo de Satanás ha entrado en la Iglesia”, pero no tuvo consecuencias prácticas. Y creo que es necesario dar la señal de alarma».
III.- Denuncias de abusos sexuales en un centro médico religioso alemán, el hospital Johannesstift de la Iglesia Evangélica, en el barrio berlinés de Spandau, especializado en la atención de personas con minusvalías, según revela hoy el rotativo berlinés «BZ».
Los casos de pederastia y abusos sexuales en centros educativos religiosos en Alemania, que casi a diario salen a la luz, se han extendido a instituciones médicas dependientes de la iglesia.
IV.- Detenido a disposición judicial en Chile, el religioso español José Ángel Arregui, acusado de tenencia de pornografía infantil, filmó los abusos sexuales que presuntamente cometió contra al menos una quincena de menores entre 2002 y 2005 en Madrid, informaron fuentes policiales.
Bueno, pues esta es la Iglesia que, sin ningún pudor, proclama y presume de autoridad y superioridad moral, no sólo, continuamente nos sermonean, además, con que, sin la fe cristiana (u otras que ellos toleran según cada momento histórico), los hombres son individuos amorales y sin principios.
Me quedo con las afirmaciones del hermano del Papa, George Ratzinger, hace unos días cuando hubo de pedir perdón por participar, junto con otros colegas suyos, en someter a agresiones físicas a niños de un centro religioso:
"Me alegré cuando nos prohibieron por Ley continuar haciéndolo", aunque debería explicar quién le obligaba a agredir a los niños si es que sus deseos eran contrarios a ello.
Y luego, cuando reparte responsabilidades, respecto de los abusos sexuales sobre menores cometidos en su mismo centro educativo: "No fué sólo la Iglesia quien se calló ante lo que ocurría, también lo hizo la Sociedad". En sus palabras, pareciera dar a entender que la culpa era de la sociedad que les consentía delinquir, más que de quien cometió el delito. Y puede que tenga razón.
Así que:
O bien la sociedad civil, Ley en mano, les controla a ellos, o son ellos quienes someten a toda la sociedad, y además la culpan de sus desatinos.
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Así van las cosas.
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miércoles, 17 de marzo de 2010
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ResponderEliminarhttp://www.escolar.net/MT/archives/2010/03/la-reserva-espiritual.html/comment-page-2/#comment-365698
#154 bemsalgado dice:
Marzo 17th, 2010 a las 1:04 pm 1 0
Son los mismos que nos sermonean constantemente que sin la religión el hombre es amoral.
Son los mismos para quienes religión equivale exclusivamente a represión de la propia sexualidad, y que, con tales obsesiones, han aterrorizado y traumatizado, sin piedad, a tantos millones de niños a lo largo de tanto tiempo.
Los mismos que cada día aparecen como sujetos responsables de delictivas y aberrantes prácticas sexuales.
Y, además, lo dijo G. Ratzinger hace pocos días: La sociedad fué culpable por no decir nada.
Cada día se pone en evidencia, en España particularmente, que, o la sociedad civil se impone a esta secta, o es ella quien somete a la sociedad, y además le traspasará la culpa de sus desatinos. Como cuando el obispo de Tenerife se la atribuía a la provocación tentadora de los niños.
...Con actos como ese logran alejar más a los pueblos de creer, es una lástima que el poder y la ambición de tantas personas vinculadas a Iglesias pueda más que cualquier otra cosa, se sanadores del mundo se han convertido en poderosos tentaculos benenosos que exprimen la fe con cosas banales y crueles.
ResponderEliminarPeter
"Nos pegaba en un aula que estaba insonorizada"
ResponderEliminarUna antigua estudiante del Colegio San Viator de Madrid denuncia la violencia física del religioso español condenado en Chile
Foto: Sara S. ha dado el paso de contar en público los castigos físicos que el religioso José Ángel Arregui le infringió como profesor en el Colegio San Viator de Madrid. - guillermo sanz
DIEGO BARCALA - MADRID - 31/03/2010 07:00
"Esa mirada fría que me echó no la olvidaré nunca. La reconozco ahora que le veo en televisión. Es el mismo que cuando te quería castigar te citaba en la sala de audiovisuales, porque sabía que estaba insonorizada. A mí no me bajó los pantalones, pero recuerdo a un compañero de clase que por culpa de los golpes no se pudo sentar en varios días".
El testimonio es de Sara S., una antigua alumna de José Ángel Arregui en el colegio San Viator de Madrid, en el curso 1992-93. El religioso español la dio clase de Lengua y de Religión en sexto de EGB.
Sara dice que tras quejarse de que Arregui le pegó, le mandaron a Huesca
Arregui fue condenado la semana pasada en Chile a dos años de cárcel por archivar pornografía infantil y la Justicia española le investiga además de oficio por presuntos abusos sexuales a menores, cometidos y filmados por él mismo en varios colegios de la congregación.
Hasta ahora, sólo se ha presentado una denuncia contra él, presentada por un ex alumno de Huesca al que presuntamente sometió a tocamientos.
"Entre los compañeros del colegio jamás hablamos de tocamientos sexuales", asegura Sara, que hoy tiene 32 años y sí recuerda, en cambio, con nitidez, 20 años después, la violencia física que el religioso empleaba con sus alumnos menores, sobre todo, con los malos estudiantes.
Ha sido denunciado por presuntos abusos cometidos tras ese traslado
Sara retiene en su memoria el camino del pasillo hacia la sala de audiovisuales, los rumores entre compañeros sobre las palizas y los azotes inapropiados: "Yo apenas tenía 11 ó 12 años, me puso sobre sus rodillas y me dio en el culo varias veces".
Sara contó en casa lo que sucedía. Su madre no lo dudó y fue al colegio a protestar. "Nos reunimos con el jefe de estudios, Fernando Morales, que le citó en una reunión. Cuando salimos de la sala, [Arregui]me miró fijamente a los ojos y me dio las gracias. Según él, quería irse del colegio", relata Sara.
La congregación de San Viator anunció tras conocer la condena a su profesor en Chile que había abierto un expediente de expulsión. Hasta que fue detenido, aseguraban desconocer los hechos, una circunstancia que Sara pone en duda. "Lo sabían todo. Se encubren entre ellos. En cuanto mi madre fue al colegio, le cambiaron de destino en lugar de echarlo", acusa.
Aquella decisión tomada por el jefe de estudios del colegio madrileño se repitió con Arregui hasta siete veces en 15 años en varios centros diferentes de la orden, hasta que el religioso fue atrapado por la policía chilena con material pornográfico, en agosto de 2009.
El perfil psicológico del profesor que recuerda Sara es el de un hombre "de arrebatos, que sentía una especie de amor-odio con los alumnos". "Sobre todo recuerdo su frialdad. Te miraba con severidad mientras se tocaba la barba. Nos tenía a todos sometidos con un miedo increíble", dice.
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ResponderEliminarEl jefe de estudios que cita Sara sigue como profesor de Pastoral en el colegio. Este diario intentó ayer hablar con él, sin éxito. No obstante, un portavoz de la orden insistió en subrayar que entonces no se produjo ninguna denuncia de maltrato. "Estamos a disposición de la Guardia Civil. Nuestros profesores han sido interrogados y han colaborado. Nunca recibimos una denuncia de algún padre y los traslados de este profesor fueron a petición suya", aclara el abogado Ignacio Pelaez, contratado por la congregación.
Filmación de los abusos
Arregui tiene hoy 53 años y durante su estancia en el colegio de Sara grabó a varios alumnos desnudos, un material que sirvió para que le condenara la Justicia chilena. Según la investigación, el religioso estaba trabajando en una tesis sobre la relación entre el ejercicio físico y el crecimiento en la adolescencia, excusa que le servía para captar a algunos alumnos y someterles a los presuntos abusos sexuales.
Sara cuenta que, pese a su natural discreción, a Arregui no le detenía la amenaza de los alumnos de contar los azotes a los padres. "Se ponía como una fiera e incluso se regocijaba en repetir que lo que hacía estaba bien. Por eso decía que no le preocupaba que los padres se enteraran de que te había dado una paliza. Jugaba con la amenaza de los suspensos en la asignatura. De esa manera, se aseguraba que no dijeras nada en casa", añade.
Sara, que oculta sus apellidos y su rostro por motivos profesionales, explica por qué ha roto su silencio: "Quiero que mi testimonio sirva para tirar de la manta. Estoy segura de que hubo muchos casos como el mío y quiero que a este hombre le caigan cuantos más años [de condena] mejor. Espero que se haga justicia".
Los presuntos abusos denunciados en Huesca se produjeron en 1993, justo después de los hechos que, según el relato de Sara, provocaron su traslado desde Madrid.
Dos años de cárcel para el religioso Arregui
ResponderEliminarLa Justicia chilena lo condena por guardar pornografía infantil. En España se le investiga además por presuntos abusos a menores
Foto: José Ángel Arregui. - EFE/Ian Salas
SOLEDAD PINO
SANTIAGO DE CHILE - 24/03/2010 19:28
La Justicia chilena condenó ayer a 817 días de prisión al religioso español José Ángel Arregui Eraña, de 53 años, perteneciente a la congregación francesa Clérigos de San Viator, por almacenar pornografía infantil. Arregui se encuentra en prisión preventiva desde el 14 de agosto de 2009, cuando la Brigada del Cibercrimen de la policía chilena lo detuvo, por lo que sólo cumplirá 606 días de cárcel. El Juzgado de Instrucción nº 9 de Madrid ha abierto una investigación contra el religioso por abusos a menores y producción de pornografía infantil, según explicó ayer la acusación.
Vestido con un jersey rojo y vaqueros, Arregui llegó al tribunal encorvado e intentó ocultar su rostro con las manos para esquivar las cerca de 30 cámaras apiñadas en la pequeña sala de audiencias. Se sentó de espaldas al público, entre sus dos abogados contratados por la congregación.
El juez informó del acuerdo previo alcanzado entre las partes para que en la cita, concertada en principio para revisar la prisión cautelar del religioso, se celebrara directamente un juicio abreviado.
La fiscal explicó con detalle cómo la policía especializada en cibercrimen constató que Arregui descargaba material pornográfico de forma continuada desde un ordenador del Liceo Politécnico El Señor de Renca, donde impartía clases de Educación Física y Religión, y desde su domicilio privado.
Tocamientos a menores
En el momento de su detención, el religioso tenía 134 CD y ocho DVD con fotos y vídeos de sexo explícito de adultos con menores y de menores entre sí. La fiscal explicó además que en al menos dos vídeos el propio Arregui aparecía practicando tocamientos en los genitales de adolescentes e introduciendo objetos, como termómetros, por el ano de los que, presuntamente, eran sus alumnos. En otras imágenes aparece, describió la acusación, en "acciones violentas cometidas contra menores".
La fiscal recordó que las filmaciones fueron enviadas a la Policía Nacional y a la Guardia Civil españolas, que identificaron que fueron grabadas en los gimnasios de al menos tres institutos de Madrid, Álava y Vizcaya donde Arregui trabajó. Lograron también identificar a 15 víctimas de esos abusos cometidos entre 1990 y 2005.
La fiscal pidió 817 días, lo máximo que permite la ley, recordó, para un delito menor de grado medio, como es el caso, según la legislación chilena, para el almacenamiento de este tipo de material. La acusación se apoyó en que todos los informes realizados para la investigación demuestran que Arregui tiene "una parafilia de tipo pedofilia" y que no muestra ningún tipo de arrepentimiento por su conducta, si no que tiende a justificarla.
A continuación, el juez informó de que se podría iniciar el juicio abreviado una vez que el religioso respondiera a algunas preguntas. "¿Está en conocimiento de los hechos?", dijo el juez y el acusado respondió que "sí". Acto seguido, el magistrado le consultó si estaba al tanto de las pruebas que lo acusaban, si sabía del material incautado y si "aceptaba los hechos". A todo ello Arregui respondió con un simple y único "sí".
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ResponderEliminarPetición de libertad vigilada
La defensa de Arregui pidió que se tomara en cuenta en su descargo la colaboración que había prestado a la policía y que había entregado de forma voluntaria todo el material que almacenaba. También hizo hincapié en su "irreprochable conducta anterior". Los abogados aspiraban a que se le concediese una libertad vigilada o al menos que se le redujera la pena a la que se exponía.
No obstante, la fiscal insistió en subrayar que la "irreprochable conducta anterior" de Arregui era sólo "formal", dado que si bien no había sentencias previas en su contra, su aparición en vídeos con chicos españoles demostraba que su conducta no era apropiada. La acusación alegó además que Arregui no cuenta con un respaldo social que lo ayude a tener un comportamiento adecuado a las reglas sociales.
Lo describió como un ser solitario y sostuvo que la congregación a la cual pertenece no sólo le paga la defensa, si no que además "ha tendido a ocultar el hecho [del que se le acusaba] y justificarlo, en vez de condenarlo abiertamente".
El juez finalmente dio la razón a la fiscal y sentenció a Arregui a 817 días de prisión efectiva, sin posibilidad de libertad condicional: "Ha quedado en evidencia que el acusado ha atentado contra un bien preciado para la sociedad como es la infancia".
Arregui permanecerá en el centro de detención preventiva donde está ingresado desde agosto hasta que la sentencia se materialice. Luego se trasladará a un penal común, donde afrontará los problemas de hacinamiento que afectan a las cárceles chilenas. Para la población penal que lo reciba, Arregui será un violeta es decir, un abusador de niños, lo que suele ser repudiado por los reos y castigado con vejaciones sexuales.