Hombre de fé infinita, si comulgamos con lo que declara, ahora católico converso, goza de bula occidental y por tanto sólo se le someterá al 'Juicio Final'.
La calle no podía esperar tanto. Ya lo hizo.
Los cuatro jinetes del Apocalipsis
"Entonces salió otro caballo, rojo; al que lo montaba se le concedió quitar de la tierra la paz para que se degollaran unos a otros; se le dio una espada grande"
Fotos tomadas de Taringa
http://blogs.publico.es/asuntosycuestiones/236/la-recompensa/#comment-26931
Comentario por bemsalgado
31/01/2010 @ 18:16
Blair, el creyente inglés, contumaz hombre de fé, católico converso, sigue creyendo, y de ahí no ahí no hay quien lo mueva en sus declaraciones -que tampoco es tonto-, que Saddam poseía ”armas d.m.” y que tenía Londres al alcance de su capricho en 20 minutos, menos tiempo del que destinan en la city a tomar el té de media tarde.
Si es cierto que la Fé mueve montañas, cómo no había de mover tales armas, que nunca más aparecieron. La afirmación de su íntimo G.W.B. de que estaban entre sus piernas, no me la creo.
Mientras tanto, trasladando la cuestión al ámbito de la fé, se libra de cualquier procesamiento judicial humano instituido, aplazándolo hasta el Juicio Final, que Tony esperará lo más confortable y tardíamente posible. Y aquí paz y después gloria.
http://blogs.publico.es/manolosaco/1892/la-fe-mueve-montanas-y-ejercitos/
La fe mueve montañas y ejércitos
MANOLO SACO
01 Feb 2010
No es un juicio por Irak, pero le hemos visto sentado en el banco (la pequeña delincuencia se sienta en el banquillo, mientras los grandes delincuentes lo hacen en el banco… y demás instituciones de crédito) respondiendo a duras penas ante una Comisión de Investigación parlamentaria sobre las razones que llevaron a su gobierno a secundar la guerra de Irak.
Tony Blair respondió, en esencia, ante la comisión lo que el resto de los promotores reunidos en las Azores: que creía a pies juntillas que el régimen de Sadam Hussein poseía armas de destrucción masiva.
Creía. O sea, tenía fe. Como Aznar. Lo que nos debería llevar a una reflexión seria sobre la salud mental de los poderosos. El santo marqués Escrivá de Balaguer, admiraba la fe del carbonero, esa fe sencilla que te lleva a soportar una vida de sufrimientos, miseria y silicosis porque la recompensa está en el más allá. Y mira por donde, estoy de acuerdo con el santo, sin que sirva de precedente. El que un carbonero tenga fe es bueno para el que le explota, es la pieza perfecta en el engranaje del sistema capitalista. Lo peligroso es cuando quien tiene el poder de desencadenar una guerra, por ejemplo, se deja llevar por los impulsos de la fe.
Aznar es católico, Blair es un reciente converso (los más peligrosos) y Bush, pobrecillo, cree que su Dios le habla al oído. Miyuki Hatoyama, la primera dama de Japón, aseguraba a la prensa que hace 20 años fue abducida por ovnis y que visitó Venus. Diréis vosotros: una loca más. Pues no. No se trata de una loca más: esta mujer duerme, “con sus armas de mujer”, en la misma cama que el primer ministro japonés.
Así que lo de dios con Bush puede ser una bobada comparado con lo que podría suceder si el primer ministro Yukio Hatoyama tuviera fe ciega en esta loca de remate.
Al nuevo ”creyente inglés” sus buenas obras y su buena fe -créame Vd., don Bem- lo librarán de las fétidas ascuas del infierno. Este juicio se la trae al pairo, seguro como está de que sólo es pantomima. Y le eleva el caché para engordar la hucha.
ResponderEliminarO profe da dereita non perde comba para dar unha lección maxistral coa batuta en ristre, e con todo corpo.
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